Para los que están invirtiendo en biocombustibles, existen verdaderos beneficios por obtener, al menos a corto plazo. Pero para los que buscan la seguridad alimentaria, los nuevos recursos alimentarios de África, probablemente no estén disponibles, justo cuando más se los necesite.
Fue el aumento de los precios de los cereales, en 2007 2008, lo que llevó a muchos países que dependen fuertemente de los alimentos importados a empezar a adquirir tierras de cultivo en África. La razón inmediata del doble o triple precio del trigo, el arroz y el maíz, fue el fracaso de un par de cosechas locales y la desviación de grandes cantidades de maíz americano a la producción de biocombustibles, pero la causa subyacente fue que el suministro global de comida se está quedando cada vez más y más corto con respecto a la demanda.
Desde 1945 la población mundial se ha triplicado, y lo mismo ha pasado con su producción de comida, creciendo una media de un 3 % anual durante todos los años 50, 60, 70 y 80, y gran parte de los años 90. Pero durante la mayor parte de la última década, la producción de cereales se ha mantenido invariable, mientras que la población global ha seguido creciendo.
En 2006, justo antes de que los precios se disparasen, las reservas mundiales de cereales (la cantidad que se deja en los almacenes cada año, antes de que llegue la nueva cosecha), se ha reducido de alimentos para 116 días para cada persona del mundo, en 1999, a sólo 57 días. La generalmente buena cosecha del año pasado, hizo descender los precios, pero la previsión para este año es nefasta, con sequías en casi la mitad de los principales productores de cereales del mundo.
Así ¿no estaría bien que no tuvieras que competir por las escasas reservas de cereal, a precios inflados, en el mercado de grano internacional, cuando los precios se disparan? ¿No sería genial que en vez de eso pudieras confiar en tu propio suministro de alimentos, aunque no esté emplazado en tu propio país? Esto es por lo que la mayoría de los países que dependen fuertemente de las importaciones de alimentos están enzarzados en la actual carrera por conseguir tierra en África, pero olvidan dos cosas.
La primera es que la soberanía siempre triunfa sobre las obligaciones contractuales. Si los países africanos que arriendan sus tierras caen en dificultades para alimentar a su propia población, como probablemente les pase, si los precios mundiales de los cereales suben mucho, la primera fuente a la que recurrirán será a las plantaciones extranjeras en su territorio.
Los gobiernos que no pueden alimentar a su población podrían ser derrocados, y romperán los contratos sin la más mínima duda.
La segunda es que cuando las cosas se pongan realmente mal, cuando el cambio climático empiece a hacer daño, la producción de cereales empezará a descender en la mayoría de los lugares, y lo que quede del mercado internacional del grano no pueda cubrir la demanda a ningún precio, África no es el mejor lugar para ser la fuente de abastecimiento de emergencia de cereales.
Casi todo el continente está en el trópico o el sub trópico, que es donde la producción de alimentos se verá más afectada. Los “neocolonialistas” ganarán algo de dinero a corto plazo, y puede que incluso disfruten de una falsa sensación de seguridad por algún tiempo, pero no ganarán mucho con sus inversiones a largo plazo.
El problema es que los africanos no ganarán mucho tampoco con esto, aunque algunos de sus líderes seguro que sí lo harán.
Gwynne Dyer
* Gwynne Dyer es un periodista independiente cuyos artículos se publican en 45 países. Este artículo fue primeramente publicado en New Zeland Herald, el 12 de mayo de 2009. Tomado de Pambazuka, donde fue publicado el 15 de mayo de 2009.
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