sábado, 25 de abril de 2009

COMERCIO JUSTO






El pasado fin de semana compartimos espacio en la III FERIA INTERNACIONES, organizada por el Ayuntamiento de Rociana, con Cáritas Parroquial. Por cierto bienvenida a sus nuevas colaboradoras: las dos Socorros.


Cáritas nos propuso participar de la compra de sus productos de comercio justo; lo hice adquiriendo productos consumibles: café y crema de cacao. Quería que el gesto no fuera sólo dar, sino recibir; que a mi familia se acercaran las personas que viven del cultivo de esos productos.


Pero ¿qué es eso del comercio justo? ¿Porqué estos productos son más caros que los que adquirimos en cualquier supermercado? ¿Qué requisitos debe reunir un producto para que ser considerado de comercio justo?


Decía Pablo VI: “Dios ha destinado la tierra y todo cuanto ella contiene para uso de todas las personas y de todos los pueblos, de modo que los bienes creados deben alcanzar a todos, bajo la dirección de la justicia acompañada por la caridad”.



Desde luego nuestras actuales normas comerciales parecen mostrar todo lo contrario: aquellas personas o pueblos que puedan acaparar, que acaparen el máximo, no importa si para ello hay que matar: se organizan guerras, se reparte interesadamente los fondos del FMI; o simplemente hay que dejar morir: se pagan salarios injustos, se utiliza mano de obra infantil, miles de personas mueren de hambre a diario en el mundo.


El comercio justo pretende ser una alternativa a nuestro tan traído y llevado neoliberalismo, se conciben los productos como instrumentos de conocimiento y solidaridad con otras realidades humanas, económicas y políticas en países en desarrollo, contrastándolos con nuestros modelos de vida y consumo.



En sus tiendas se venden productos de alimentación, artesanía, bisutería, textiles, regalos y juguetes, todo ello producido en condiciones de calidad y dignidad.


El comercio justo promueve un nuevo orden internacional más justo, independencia del sector finanancierto, una estructura empresarial participativa y democrática, microempresas y cooperativas de autogestión, garantía del mayor valor añadido para el producto, desarrollo local y social sostenible, calidad de vida para el futuro, respeto a la cultura autóctona y uso de materiales locales, un consumo más informado y responsable, una relación comercial respetuosa, sin explotación ni especulación, condiciones de trabajo y salarios dignos.



Adquirir un producto de comercio justo es una forma de colaborar directamente en el desarrollo de los pueblos, dignificando el trabajo de miles de personas de los países menos desarrollados y a la misma vez es una forma de aprender a consumir responsablente.


Así pues cuando adquirimos un producto de comercio justo, estamos contribuyendo a todo lo anterior, pero además estamos aprendiendo,…¿no sería también el comercio justo una alternativa a nuestra tan llorada crisis económica?

2 comentarios:

Antonio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio dijo...

Foto Puesto de Manos UnidasFoto Comercio Justo:En cuanto a la pregunta salir de la crisis comprando más caro... uf!. Es complicado convencer con eso, aunque la idea del Comercio Justo me parece genial.

Zalu2.